Emotivo adiós a una científica inspiradora, mentora y amiga

Colegas, amigos y compañeros de trabajo de todo el mundo rindieron tributo a la memoria de Barbara Wells, Directora General del CIP, desde la sede central en Lima.

El miércoles 16 de febrero se mantendrá indeleble en la memoria de todos quienes conocieron y trabajaron con la Dra. Barbara H. Wells y que fueron sacudidos con la noticia de su temprana e intempestiva partida. Cinco días después, el lunes 21, el personal del Centro Internacional de la Papa (CIP), que ella dirigió desde 2014, y miembros del sistema CGIAR –donde era directora de Innovación Genética– se unieron a la familia de Barbara para recordar su vida, su obra y, fundamentalmente, para juntos encontrar fortaleza colectiva frente a tan irreparable pérdida.

En un acto presencial y virtual, transmitido desde la sede central del CIP en Lima y seguido en simultáneo, pese a la diferencia horaria, en América Latina, África y Asia, representantes de diversos programas, regiones y proyectos de ambas organizaciones dieron testimonio de la labor realizada por esta invaluable científica y se comprometieron a honrar su legado continuando y profundizando el trabajo de excelencia en la innovación genética y los sistemas agroalimentarios en beneficio de millones de personas en el mundo, que ella tanto impulsó.

Genuina calidad humana

A pesar de abarcar diversas especialidades, países, jerarquías, idiomas y culturas, todos los oradores del acto conmemorativo coincidieron en tres aspectos de la personalidad de Barbara. El primero, su extraordinaria calidad humana que, como sintetizó Paul Demo, Director Regional para África del CIP, la hacía “completamente accesible y cercana al personal de cualquier nivel”. “Estuvo particularmente comprometida en asegurar que todo lo que hiciéramos tuviera un real impacto positivo en la vida de miles de personas en todos los países donde el CIP trabaja”, puntualizó.

Esa calidez la demostraba cotidianamente. “En la cafetería del CIP-Lima nos sentábamos juntas y hablábamos sobre la vida; durante las visitas del campo la veíamos involucrada con los agricultores y siempre tenía un verdadero interés en la gente con la que hablaba y las historias que le contaban”, señaló Hannele Lindqvist-Kreuze, líder de la División de Mejoramiento de Cultivos del CIP. Y Lilia Salinas, secretaria de la Dirección General de Investigación, recordó las charlas sobre temas familiares y personales que solían sostener regularmente antes del inicio del trabajo diario, “y siempre con una gran sonrisa, sonreía siempre”, recalcó.

Un ejemplo de su enorme generosidad lo proporcionó, desde Mozambique, Maria Andrade, líder de mejoramiento de camote del CIP en África, quien relató como después del paso del devastador ciclón Idai en 2019 en ese país, la Dra. Wells la llamó por teléfono para decirle que donase a la Cruz Roja US$11.000 “como parte de la responsabilidad social del CIP” y que dispusiera la entrega de 40 toneladas de esquejes de camote entre las familias del distrito Mossuril, el más afectado por las inundaciones y que seis meses después distribuyera un millón de toneladas en esa población.  “Fue una líder profundamente humana, (…) una de esas personas que dignifican nuestras vidas y son agentes de transformación”, expresó Andrade.

Liderazgo y opciones definidas

El segundo aspecto fue su liderazgo efectivo como científica y directora ejecutiva y su compromiso “en mente, corazón y espíritu con la misión y metas del CIP y del CGIAR”, como acertadamente destacó su predecesora, la Dra. Pamela Anderson.

Por su parte el Dr. Roodney Cooke, quien como Presidente de la Junta Directiva del CIP en ese entonces tuvo a su cargo el proceso de selección de Barbara en 2014, recordó que una de sus motivaciones para postular al cargo de directora general fue llevar adelante la misión del CIP, lo que cumplió con creces.

Los últimos 4 años fueron muy demandantes [debido a la creación de One CGIAR] con largas reuniones, muchas discusiones y mensajes electrónicos, lo cual desembocó en su elección como directora de Innovación Genética, además de sus otras responsabilidades, afirmó. “Su nombramiento con otros tres directores globales para conducir la ejecución de la nueva cartera de investigación del CGIAR refleja el reconocimiento del liderazgo del CIP para el logro de nuevas ganancias genéticas, pruebas de mejoramiento e innovaciones de los sistemas agrícolas”, subrayó.

“Barbara coordinó y asumió decisiones con convencimiento. Allanó el camino en muchas circunstancias difíciles, construyendo entendimiento y cuando tenía éxito, lo que era frecuente, reconocía el esfuerzo de todo el personal y del equipo de investigación, y trabajaba duro para que todos los logros fueran posibles”, recordó en su intervención la actual Presidenta de la Junta Directiva del CIP, Helen Hambly Odame, desde Canadá.

Marco Ferroni, Presidente de la Junta Directiva del Sistema CGIAR, remarcó que Barbara creía absolutamente en la misión y propósitos del CGIAR. “Su liderazgo fue incomparable, ofreciendo muchos momentos de enseñanza con objetivos claros en la forma de profundos conocimientos y, al mismo tiempo, con modestia y respeto por las responsabilidades que conlleva nuestro trabajo”. Agregó que supo guiar los ecosistemas hacia la innovación, construyendo alianzas creíbles y logrando escalar las contribuciones del CIP en resultados de impactos que cambiaron muchas vidas durante los 8 años que dirigió la institución.

En esa misma línea de liderazgo, Barbara le dio una gran importancia a la perspectiva de género en los programas, proyectos y el trabajo diario, y apoyó muchas iniciativas para que las niñas y las jóvenes se interesen por la ciencia, la investigación y la innovación tecnológica. “Ella misma tuvo que superar estos retos a lo largo de su carrera y le sirvieron para plasmar su visión del desarrollo del CIP”, dijo Carla Lazarte, Directora de Desarrollo Organizativo y de las Personas del CIP.

Amor a los Andes

Su admiración y cariño a los Andes fue el tercer aspecto que marcó su trayectoria profesional y personal. Ese amor por los Andes se forjó durante los años de infancia y adolescencia que Barbara pasó en Perú y Bolivia y que ella solía relatar como un tiempo muy feliz.

“[Barbara] amaba los Andes. Llegar al CIP fue para ella como cerrar un crículo en su vida, terminar su carrera en los Andes era para ella un honor y algo que siempre había querido y decía que se sentía como si hubiera vuelto a casa”, refirió Amalia Perochena, quien hasta 2018 fue Directora Ejecutiva del CIP y trabajó cercanamente con la Dra. Wells durante cuatro años.

“A medida que el CIP se globalizaba y se convertía en un actor más importante dentro de One CGIAR, Barbara estaba muy pendiente de la necesidad de mantener el núcleo andino de lo que hacíamos”, precisó el Dr. Graham Thiele, Director del Programa de Raíces, Tubérculos y Bananos del CGIAR.

“[Ella] quería hacer una diferencia en los Andes y en otras partes del mundo igualmente marginales y difíciles… no podemos perder ese énfasis en los Andes, eso era muy central en todo lo que Barbara hacía, defendía los Andes con pasión”, aseveró.

Honrar su legado

A lo largo de la sentida ceremonia fueron muchos los que subrayaron que la mejor manera de continuar su legado será seguir trabajando arduamente, con calidad y relacionándose con las personas como ella lo hacía.  “Barbara sabía conectarse realmente con las personas”, señaló Samarendu Mohanty, Director Regional del CIP para Asia.

“La mejor manera de honrar su memoria es haciendo nuestro trabajo con calidad en cualquier puesto o lugar donde estemos”, afirmó Oscar Ortiz, Director General de Investigación del CIP en la parte final de la conmemoración, minutos antes de proceder a plantar el árbol que perennizará simbólicamente su presencia en la institución.

“Será un árbol especial, porque a medida que crezca fuerte y establezca sus raíces en la tierra nos recordará algo importante: la familia; cuando con el paso de los años adquiera un hermoso follaje y comience a transformar su energía en hojas y materia orgánica, nos recordará el compromiso de Barbara con la sostenibilidad, con las áreas vulnerables del mundo y especialmente su compromiso con el mundo andino que ella tanto amó”, enfatizó.

Posteriormente, los asistentes a la ceremonia colaboraron con la siembra del arbolito. Asimismo, se anunció la apertura de un libro de condolencias electrónico para quienes deseen expresar sus sentimientos y pensamientos sobre la vida y obra de Barbara Wells.

La trayectoria profesional de la Dra. Wells abarcó más de 30 años. Antes del CIP fue vicepresidenta de estrategia global en Agrivida, empresa que desarrolla soluciones enzimáticas para la nutrición animal y materias primas para producir biocombustibles y bioproductos. También fue presidenta y gerente general de ArborGen, empresa mundial de plántulas forestales y cultivo de árboles, y vicepresidenta a cargo de iniciativas de crecimiento e inversiones en América Latina en Emergent Genetics.

A la Dra. Wells le sobreviven su hermana, esposo, sus dos hijas y una nieta.

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