Ideas, ciencia y dedicación:
50 años de innovaciones transformadoras

Con casi 50 años de trabajo de investigación para el desarrollo en sistemas agroalimentarios basados en la papa y el camote, el Centro Internacional de la Papa (CIP) ha contribuido a una mayor seguridad alimentaria y nutricional y al crecimiento económico de millones de pequeños agricultores y consumidores pobres en recursos de todo el mundo.

Este documento examina cómo una selección de las innovaciones de la investigación para el desarrollo en el CIP está ayudando a la transformación sostenible de los sistemas alimentarios con cultivos de raíces y tubérculos.

CÓMO LOGRAMOS CREAR UNA DIFERENCIA

Los fito-mejoradores y científicos botánicos del CIP trabajan con los agricultores y otros socios para desarrollar y difundir variedades de papa y camote con mayores rendimientos, mejores cualidades nutricionales y culinarias y mayor resistencia a plagas, enfermedades y al cambio climático. Nuestros especialistas en plantas y agronomía desarrollan herramientas, mejores prácticas e innovaciones adaptadas a diferentes agro-ecologías que ayudan a los agricultores a optimizar esas variedades. Nuestros científicos sociales, nutricionales y alimentarios ayudan a los agricultores y a las comunidades a comprender, adoptar y beneficiarse de los enfoques de la cadena de valor y de las innovaciones en el mercado, así como de identificar los mecanismos adecuados para llevar la adopción de tecnología a escala. En asociación con gobiernos, empresas y organizaciones internacionales, llevamos a escala estas innovaciones y enfoques, poniendo herramientas para mejores cosechas, ingresos y salud en manos de millones.

RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL

A fines de la década de 1990, tres científicos del CIP (Jan Low, Maria Andrade y Robert Mwanga) iniciaron un proceso que
revolucionaría el desarrollo y la entrega de camote bio-fortificado con provitamina A en beneficio de millones de agricultores y consumidores pobres. Este enfoque programático interdisciplinario e intersectorial comprendió cuatro pilares: un estudio por medio de análisis de sangre que demostró que comer camotes anaranjados aumentaba los niveles de vitamina A; mejoramiento y difusión de variedades más nutritivas y resilientes; educación nutricional; y enfoques de mercado y estudios de campo para estimar los niveles de adopción por parte de los agricultores. Juntos, produjeron una sólida base de evidencia que convenció a los socios nacionales e internacionales del valor de llevar el camote de pulpa anaranjada a escala.

Unos 20 años después, cuando se hizo evidente la eficacia y el impacto de este enfoque, allanando el camino para la bio-fortificación de otros cultivos básicos, el trabajo pionero del CIP fue reconocido oficialmente en el ámbito internacional. Primero con el Premio Mundial de la Alimentación, a menudo conocido como el Premio Nobel de Alimentación y Agricultura, que reconoció a los tres científicos del CIP y a Howarth Bouis de Harvest Plus por haber «mejorado la salud y el bienestar de más de 10 millones» de personas mediante la bio-fortificación.

Posteriormente, ese mismo año, el CIP recibió el premio Al-Sumait para el desarrollo africano. Junto con el Instituto Internacional de Agricultura Tropical, el CIP fue reconocido no solo por mejorar la seguridad nutricional de millones, sino también por aumentar la capacidad técnica del personal de investigación nacional y acelerar el mejoramiento de variedades más productivas y resistentes a las enfermedades. Hasta la fecha, estos esfuerzos han mejorado la seguridad alimentaria y han reducido significativamente el riesgo de deficiencia de vitamina A en 6,8 millones de hogares de 16 países africanos y de Bangladesh.

AREAS DE IMPACTO

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