Para responder al avance del cambio climático y el crecimiento de la población global, los mejoradores de cultivos se esfuerzan por desarrollar variedades más productivas, resistentes a las enfermedades, capaces de crecer en un clima cambiante y con características que los agricultores y consumidores exigen. Así pueden fortalecer la seguridad alimentaria y ayudar a los pequeños productores a prosperar en un futuro desafiante.