Perú con Ciencia 2024
Es la feria científica más grande e importante del Perú en donde se exponen los proyectos e innovaciones en ciencia y tecnología que se han desarrollado en nuestro país en los últimos años.
Desde el 2013 se celebra anualmente con el nombre “Perú con Ciencia” y en el marco de la Semana de la Promoción y Desarrollo Científico y Tecnológico del país, en cumplimiento de la Ley N° 28673. Este año “Perú con Ciencia” celebra su duodécima edición en la ciudad de Huancayo del 7 al 9 de noviembre del 2024. El ingreso es gratuito.
Los invitamos a visitar nuestro stand.
FECHA
07 al 09 de Noviembre de 2024
10:00 a.m. a 06:00 p.m.
CONTACTO
Viviana Infantas
v.infantas@cgiar.org
Papa biofortificada para reducir la anemia
Gabriela Burgos | Representante del proyecto
Doctora en Química de Alimentos e Investigadora Asociada Senior, Jefa de Laboratorio de Calidad y Nutrición del CIP, con amplia experiencia en la evaluación del contenido de nutrientes y antinutrientes en papa y camote así como la biodisponibilidad de los mismos. Gabriela ha participado en diversos proyectos enfocados en reducir la desnutrición a través del uso de cultivos biofortificados. Actualmente, lidera los esfuerzos para tener una evidencia de la contribución de la papa para reducir la desnutrición.
Desde hace más de 15 años el Centro Internacional de la Papa viene trabajando en el desarrollo de papas biofortificadas, es decir papas con mayor concentración de hierro que las que se consumen normalmente, para contribuir así a reducir la anemia en el Perú y en el mundo. Este proceso se realiza por mejoramiento convencional, cruzando manualmente diferentes variedades hasta obtener los resultados esperados.
Nuestras papas biofortificadas tienen entre 37 y 50% más hierro que la variedad Yungay, de gran demanda comercial. Una papa amarilla biofortificada puede cubrir hasta el 50% del requerimiento diario de hierro en mujeres con anemia. Un estudio realizado en mujeres de Huancavelica en 2019 comprobó que el 28% del hierro de la papa es absorbido y utilizado por el cuerpo humano. Esta cantidad es superior a la reportada en otros alimentos de origen vegetal, como frejoles, trigo o arroz, que aportan menos de 10%.
Como parte de un estudio piloto con papas biofortificadas realizado en la sierra de La Libertad –donde más del 50% de niños/as tienen anemia– se distribuyó semillas de papas biofortificadas a mujeres, en un trabajo conjunto con los gobiernos regionales, municipalidades, centros de salud y otros, beneficiando a 140 familias. El 90% de esas familias sembró las papas y mostró interés en seguir cultivándolas, 60% resaltó la resistencia a rancha, una terrible enfermedad que puede acabar con un sembrío completo del cultivo, y 45% reconoció su aporte en la lucha contra la anemia.
Estas papas biofortificadas han sido sembradas y evaluadas en 26 localidades de la sierra peruana desde 2017. Para 2023 se espera registrar y lanzar la primera variedad de papa biofortificada desarrollada por el CIP para combatir la anemia en el Perú.
Papa peruana para cultivo en el planeta Marte
David Ramirez | Representante del proyecto
Ecólogo, científico de la División de Ciencia de Cultivos y Sistemas del Centro Internacional de la Papa (CIP), quien lidera el Laboratorio de Eco fisiología y Modelación de Cultivos y Sensoramiento Remoto. Fue fue galardonado con el Premio al Mérito Antunez de Mayolo 2015 por Investigación en Ciencia de la Academia Peruana de la Ciencia y el CONCYTEC. Cuenta con un doctorado en “Restauración de Ecosistemas y su Diversidad Biológica” por la Universidad de Alicante, España.
¿Es posible producir papas en Marte? La atmósfera marciana es mucho menos densa que la de la Tierra, está compuesta por un 96% de dióxido de carbono (CO2) y nada de oxígeno, temperaturas extremas y el suelo es extremadamente salino. Por su parte, la papa es un cultivo muy versátil, capaz de crecer desde por debajo del nivel del mar hasta los 4500 metros de altitud, desde el ecuador hasta el círculo polar, y desde los desiertos hasta las selvas tropicales. El Centro Internacional de la Papa ha aprovechado estas características para desarrollar variedades con tolerancia al calor, salinidad y heladas, con bajos insumos y con un mejor contenido nutricional. La adaptabilidad de la papa y su alto aprovechamiento del uso del agua la convierten en un cultivo ideal para afrontar los retos climáticos futuros, y prometedor para sembrarse fuera de la Tierra.
En colaboración con la NASA y la Universidad de Ingeniería y Tecnología probamos los límites del cultivo de papa, utilizando suelos ultrasalinos (como el regolito marciano, la capa de suelo que recubre la superficie de Marte) recogidos en el desierto de La Joya, Arequipa, donde no ha llovido en los últimos 2 millones de años al menos. Identificamos niveles extremos de tolerancia a la sal, nunca detectados en una población de papas, y demostramos su capacidad para crecer en condiciones duras si se aplican variedades de papa altamente tolerantes y tecnologías adecuadas. Estos resultados ponen de manifiesto la gran capacidad de la papa para mitigar los retos relacionados con el cambio de clima en la Tierra y fuera de ella.
Teledetección para descubrir enfermedades en cultivos de papa
Hildo Loayza | Representante del proyecto
Físico, con 16 años de experiencia en teledetección y agricultura de precisión. Estudia la interacción entre la luz y la vegetación en condiciones de campo, el desarrollo de instrumentos de teledetección de bajo costo y modelamiento de cultivos utilizando imágenes multiespectrales y señales. Actualmente utilizo UAVs como plataformas de sensores ópticos proximales para la vigilancia de cultivos, y también, en el marco de mi proyecto de PhD, estudio y desarrollo técnicas e instrumentos no comerciales para medir la emisión de fluorescencia de clorofila al nivel del dosel de cultivos de papa y camote, para detectar de forma asintomática el estrés hídrico.
Las plagas y enfermedades reducen el rendimiento de los cultivos. Y la papa, uno de los cuatro alimentos más importantes del mundo, también sufre estos problemas. El virus del amarillamiento de las venas y la rancha son las enfermedades que mayor impacto tienen en su producción, pero su detección requiere de personal entrenado que utiliza el sentido de la vista para identificarlas. Sin embargo, el ojo humano, producto de la evolución y la adaptación al sol, percibe con precisión las tonalidades del verde, pero tiene dificultades con las tonalidades de color azul y rojo.
Aquí es donde las tecnologías de teledetección prestan una gran ayuda, al medir sin contacto los rasgos de los cultivos. Dicho de otro modo, estas herramientas permiten monitorear los cultivos, incluida la papa, con mayor precisión que la vista humana. Gracias al avance de la ciencia en la agricultura, actualmente estos sensores pueden instalarse en plataformas, como satélites o vehículos aéreos no tripulados, incrementado drásticamente la escala espacial y temporal de las evaluaciones. Esto significa “más datos precisos en menos tiempo”. El valor e impacto de estas tecnologías ha sido comprobado numerosas veces en la investigación y el sector privado. El reto ahora es reducir sus costos y que estén al alcance de todos los agricultores.