Funders: CGIAR Trust Fund contributors a través del Programa de Investigación del
CGIAR en Raíces, Tubérculos y Bananas (RTB)y la Secretaría de Colaboración Técnica
con el CGIAR (STC)del Ministerio de Agricultura y Riego del Perú.
País: Perú
Funders: CGIAR Trust Fund contributors a través del Programa de Investigación del
CGIAR en Raíces, Tubérculos y Bananas (RTB)y la Secretaría de Colaboración Técnica
con el CGIAR (STC)del Ministerio de Agricultura y Riego del Perú.
País: Perú
Los mejoradores de papa se esfuerzan por desarrollar variedades con los atributos agronómicos y de consumo que los agricultores y el mercado demandan, pero cuando se lanza una nueva variedad en un país en desarrollo es difícil saber cuántos agricultores la adoptarán. Un estudio sobre la adopción y el impacto de las variedades mejoradas de papa en el Perú, publicado en 2017, contiene valiosa información para los mejoradores de papa y los formuladores de políticas, y confirma que el programa de mejoramiento de papa del CIP ha hecho una importante contribución a la producción e ingresos de los pequeños agricultores. Willy Pradel, economista del CIP y autor principal del estudio, explica que anteriormente había una carencia de datos confiables acerca de las variedades de papa que sembraban los agricultores en el Perú. Los censos agrícolas del gobierno agrupan las 2,500 variedades de papa del país en tan solo tres categorías: blanca, amarilla o nativa, mientras que las consultas de los expertos que producen estimaciones de la adopción de variedades específicas no son óptimas.
“Necesitamos información rigurosa sobre lo que está pasando en el campo. No podemos generar nuevas variedades de manera efectiva, o diseñar estrategias para los sistemas de semillas si no conocemos qué variedades siembran los agricultores y por qué”, explica Willy.
Por ello el CIP se asoció con el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), del Perú, que ha evaluado y liberado 34 variedades de papa mejoradas por el CIP en las últimas cuatro décadas, con el fin de tener una evaluación exhaustiva de la adopción de las variedades de papa. Juntos, entrevistaron a 1,098 agricultores en 120 áreas de cultivo de papa de 11 regiones en 2013. Los investigadores usaron una metodología que les garantizaba que la muestra fuera estadísticamente representativa del 86 por ciento de la producción de papa del país. Encontraron que aproximadamente el 38 por ciento de las tierras agrícolas dedicadas a la producción de papa estaban sembradas con variedades nativas y el 62 por ciento con variedades mejoradas. Más del 33 por ciento (91,000 hectáreas) de papa estaban sembradas con variedades mejoradas por el CIP, tres de las cuales —Canchán, Amarilis y UNICA— representaban el 27 por ciento. Los investigadores encontraron que los agricultores que sembraban variedades mejoradas vendían más papas y ganaban más dinero que sus vecinos que no lo hacían, y que las variedades mejoradas por el CIP producían una tonelada de papa más por hectárea —casi un diez por ciento más de rendimiento— que las otras variedades mejoradas.
Además de documentar los beneficios económicos de las variedades mejoradas por el CIP, los autores encontraron que algunas se cultivan principalmente en regiones específicas. Amarilis, por ejemplo, ocupa el 40-44 por ciento del área sembrada con papa en el norte del Perú, donde la variedad fue probada a través de las escuelas de campo para agricultores a fines de los años noventa. Sugieren que los esfuerzos de difusión de la variedad apuntan a agroecologías específicas, y aprovechan el poder del mercado para aumentar la adopción. También identificaron los factores que determinan si los agricultores adoptan las variedades mejoradas, como la capacitación agronómica y la comprensión de los beneficios de las variedades mejoradas, lo que aumenta la posibilidad de adopción.
Esta información puede ayudar al CIP y al INIA a desarrollar y difundir la siguiente generación de variedades de papa mejoradas.
Enlace al estudio (Disponible solo en español)