Conocimientos y precauciones para el adecuado uso de plaguicidas

Conocimientos y precauciones para el adecuado uso de plaguicidas

 

Asumiendo que la plaga ha sido correctamente identificada, se elige el plaguicida para su control tomando en cuenta los siguientes factores antes de aplicarlo:

 

Etiqueta

 

Es importante leer detenidamente la etiqueta ya que en ella se indica: (1) el nombre común o comercial; (2) el ingrediente activo; (3) la concentración y la clase de formulación; (4) el grado de toxicidad; (5) los primeros auxilios que se deben suministrar en caso de envenenamiento; (6) la protección que se necesita al manipular, aplicar y almacenar el producto; (7) los posibles daños a animales y al medio ambiente; (8) contenido neto; (9) indicaciones para el desecho de envases; e (10) instrucciones de uso. (Oyarzún et al., 2002; Pérez y Forbes, s/a).

Compra y almacenamiento 

(Gabela, 1978; Gallegos, 1986; Oyarzún et al., 2002; Bastidas et al., 2005; Pérez y Forbes, s/a)

 

  • Al comprar plaguicidas se debe exigir envases en buen estado. No comprar productos que ya hayan caducado o que presenten fechas alteradas.
  • Almacenar los productos tóxicos en sitios lejanos a la casa o habitación, en un sitio especialmente acondicionado para ello, fuera del alcance de los niños y bajo llave.
  • El lugar debe ser seco, con buena ventilación y los productos deben ser conservados en sus envases originales con sus respectivas etiquetas. Se debe evitar que los envases estén expuestos directamente a la luz del sol.
  • Nunca se debe almacenar junto alimentos de consumo humano, ni junto al forraje para los animales.

Dosificación

 

  • Se debe utilizar la dosis recomendada. Una sobredosificación puede causar toxicidad al cultivo y desarrollar resistencia en las plagas. Por el contrario, una subdosificación controla deficientemente a la plaga (Oyarzún et al., 2002).
  • Cuando se usa solo un producto de contacto se emplea mayor volumen de agua que cuando se utiliza un producto sistémico, debido a que es necesario una mejor cobertura a las plantas (Pérez y Forbes, s/a).

Equipo de protección 

(Orozco y Pérez, 2006)

 

  • Gafas. Evitan que los ojos entren en contacto con los vapores de los plaguicidas.
  • Guantes: Evitan que el plaguicida entre al cuerpo al ser absorbido por la piel, protegiéndola de los efectos del producto químico (manos partidas e irritadas). Los guantes de mejor protección son los de nitrilo ya que no se dañan con químicos corrosivos (aquellos que producen quemaduras). Además son más duraderos y resistentes que los guantes comunes.
  • Overol de protección: Evita que la ropa se moje con el plaguicida y luego sea absorbido por la piel. Protege en especial las zonas de las piernas y entrepiernas.
  • Chaqueta de plástico: Evita que las mangas de la camisa se mojen con el plaguicida y luego sea absorbido por la piel. Protege en especial las zonas del pecho y los brazos.
  • Botas: Evita que las piernas y pies se mojen con el plaguicida. El overol de protección debe ser introducido en las botas para una mayor protección de la piel.
  • Mascarilla: Evita la inhalación del plaguicida mientras se aplica. Para que los filtros rindan más tiempo debe colocarse una capa de algodón grueso entre el filtro y la tapa. Se debe cambiar el algodón cada vez que se usa la mascarilla.

Preparación de mezclas

 

No se debe mezclar productos con el mismo ingrediente activo o de igual modo de acción. Al preparar la mezcla primero se debe colocar los productos formulados como polvos (mojables y solubles) y luego los formulados como líquidos. De estos últimos es recomendable mezclar primero las suspensiones acuosas, luego las soluciones y al final los concentrados emulsionables o aceites (Oyarzún et al., 2002; Bastidas et al., 2005). Antes de realizar la mezcla es necesario realizar la prueba de compatibilidad.

Prueba de compatibilidad 

(Orozco y Pérez, 2006)

 

  • Usar un frasco transparente de ¼ de galón, para hacer la prueba de compatibilidad de los productos a usar en la mezcla.
  • Colocar los productos en la siguiente proporción: (i) para los productos sólidos colocar una cucharada de producto por ½ l de agua; y (ii) para los productos líquidos colocar una cucharada de producto por ½ l de agua.
  • Agitar bien el frasco una vez mezclados todos los ingredientes, dejar reposar de 15 a 60 minutos.
  • Si la mezcla es compatible coloque los productos en el tanque de preparación en el mismo orden que se colocaron durante la prueba.
  • Luego aplique en una área de prueba en el cultivo. Si no hay daños, se comprueba su total compatibilidad.

Los plaguicidas son incompatibles:

  • Si la preparación se calienta.
  • Si se forman grumos.
  • Si se forman natas.
  • Si se corta.
  • Si los sólidos se precipitan.

Manejo de derrames 

(Oyarzún et al., 2002)

 

  • Mantener alejadas a las personas y animales del sitio.
  • Utilizar el equipo de seguridad adecuado.
  • Absorber los derrames inmediatamente con aserrín, cal, ceniza o tierra. Recoger y enterrar.
  • Lavar los sitios contaminados con abundante agua y jabón.
  • Quemar y enterrar los productos alimenticios contaminados y aquellos que exista duda de contaminación.

Equipos de aplicación

 

  • La mayoría de equipos de aplicación requieren un mantenimiento continuo, especialmente las boquillas. Estas deben conservarse en buen estado y deben ser cambiadas cuando se presenten desperfectos o la descarga sea desigual (Gabela, 1978; Gallegos, 1986; Oyarzún et al., 2002; Bastidas et al., 2005; Pérez y Forbes, s/a).
  • Por ningún motivo se debe perforar orificios de salida a las boquillas buscando mayor volumen, debido a que se reduce la presión de salida y aumenta el tamaño de la gota (Oyarzún et al., 2002; Bastidas et al., 2005), generando desperdicio y aumentando las probabilidades de contaminación al aplicador.
  • El aspersor o bomba de mochila es la herramienta de aplicación más frecuentemente usado por los pequeños y medianos agricultores. Su uso se recomienda para aplicaciones localizadas, lugares no accesibles a maquinaria y topografías accidentadas. El tamaño de las gotas se puede variar cambiando las boquillas o alterando la válvula de presión (Gabela y Cascante, 1978; Oyarzún et al., 2002).

 

Calibración de la bomba de mochila

 

Para calibrar correctamente la bomba de mochila se debe seguir los siguientes pasos (Gabela y Cascante, 1978):

  • En el terreno donde se realizará la aplicación, medir un área de 100 m2
  • Colocar una cantidad de agua determinada en la bomba de mochila (por ejemplo, 5 l).
  • Aplicar el agua en el área medida (100 m2) manteniendo constante el paso y la descarga.
  • Repetir esta operación 3 veces para obtener el promedio de volumen de agua gastada en los 100 m2.
  • Calcular el agua gastada en los 100 m2.
  • Finalmente, en base al volumen gastado calcular la cantidad de agua requerida para al área del cultivo.

 

Para calcular el número de mochilas a utilizarse en el campo se debe tomar en cuenta el volumen de agua a utilizarse y la capacidad de nuestra mochila. Para el cálculo de la dosis del producto por mochila se debe conocer la dosis y el número de mochilas a aplicar (Pérez y Forbes, s/a). Ejemplo: calcular el volumen requerido para aplicar 0.3 ha (3000 m2) de cultivo, el número de mochilas (de 20 l de capacidad) y la cantidad de plaguicida por mochila, considerando que en su etiqueta se recomienda una dosis de 400 g en 200 l.

 

Para calcular el volumen, primero hacemos una prueba en 100 m2 de cultivo, obteniéndose 4 litros de agua. Luego aplicamos una regla de 3:

100 m4 l

3000 m2 x = 3000 * 4 / 100 = 120 l es el volumen que se necesita para 0.3 ha

 

Luego calculamos el número de mochilas que necesitaremos. También aplicamos una regla de 3, considerando que la capacidad de 1 mochila es de 20 l:

20 l 1 mochila

120 l x = 120 / 20 = 6 mochilas necesitamos para 0.3 ha

 

Finalmente calculamos la cantidad de plaguicida que necesitaremos, por mochila y en total. En este caso también aplicamos una regla de 3, considerando que la dosis recomendada de plaguicida es de 400 g en 200 l:

200 l 400 g

20 l x = 20 * 400 / 200 = 40 g de plaguicida necesitamos en cada mochila

1 mochila 40 g

6 mochilas x = 6 * 40 = 240 g de plaguicida necesitamos para aplicar 0.3 ha

 Preparación de la dilución y su aplicación

(Gabela y Cascante, 1978; Cárdenas, 1986, 1987; Gallegos, 1986; Oyarzún et al., 2002; Bastidas et al., 2005; Pérez y Forbes, s/a)

 

  • En primer lugar se debe hacer una premezcla. Es decir, se debe disolver el plaguicida en un volumen bajo de agua.
  • Para la preparación de la premezcla debe usarse una mascarilla adecuada para productos químicos, guantes de caucho y gafas. Con el fin de evitar inhalar, ingerir o absorber el producto químico.
  • La premezcla se recomienda realizar en recipientes pequeños de plástico y dosificadores, para luego verter esta en recipientes de mayor tamaño.
  • El agua a utilizarse debe ser limpia para evitar obstruir las boquillas de las bombas y para evitar que las partículas de suelo atrapen las partículas de los productos.
  • Para mezclar y agitar el producto en el agua, use algún utensilio limpio y adecuado para este propósito.
  • Nunca utilice las manos para mezclar o agitar el producto.
  • Preparar el volumen exacto para cada aplicación.
  • No realizar las aplicaciones en condiciones de mucho viento. Aplicar en las horas de la mañana o al final de la tarde.
  • Evitar las aplicaciones cuando se hayan pronosticado lluvias después de la aplicación.
  • No comer ni fumar cuando se esté realizando la aplicación. Esto es muy importante para evitar ingerir o inhalar el plaguicida que se está aplicando.
  • Asegúrese de que la dilución sea agitada constantemente durante todo el tiempo que dure su aplicación.

 

Después de la aplicación 

(Cárdenas, 1987; Oyarzún et al., 2002; Pérez y Forbes, s/a, Arévalo et al., 2009)

 

  • Si sobró producto, aplicarlo sobre el cultivo. No desecharlo en acequias, ríos y lagunas.
  • Evitar el ingreso de personas o animales al lote recién asperjado, mínimo 48 horas luego de la aplicación.
  • Lavar la bomba de mochila utilizando un cepillo de cerdas suaves y abundante agua y jabón. Usar guantes de caucho.
  • Lavar, ropa, botas y guantes de protección con detergente, el mismo día de su uso y cuidando de usar guantes para evitar contaminarse con restos del producto. Dejar secar estos equipos a la sombra.
  • Tanto la bomba de mochila como la ropa contaminada y el equipo de protección deben ser lavados en tanques especialmente acondicionados para ello, lejos de la casa y sin mezclarlos con ropa u otros utensilios de la casa. En ningún caso utilizar la piedra de lavar de la casa, pues esto puede causar contaminación por plaguicidas en otros miembros del hogar.
  • Arrojar lejos de la vivienda el agua utilizada para lavar la bomba de mochila, la ropa contaminada y el equipo de protección, en terrenos baldíos y jamás en fuentes de agua.
  • Tomar un baño con abundante agua y jabón, inmediatamente después de haber utilizado los plaguicidas. De preferencia esta debe ser la primera actividad al regresar a casa.
  • No utilizar los tanques o bidones donde se prepararon las mezclas y donde se lavó la bomba de mochila, la ropa contaminada y el equipo de protección para almacenar agua para el consumo diario del hogar, o para la preparación de alimentos.

 

Manejo de envases usados 

(Gabela, 1978; Oyarzún et al., 2002; Pérez y Forbes, s/a)

 

  • En caso de frascos, latas y cilindros, se debe realizar el procedimiento del triple lavado en la parcela donde se realiza la aplicación (lavar por tres veces consecutivas).
  • Los envases deben ser perforados y enterrados en un pozo especialmente construido para ello.
  • En caso de bolsas de plástico y papel, se deben destruir y enterrar en un pozo.
  • El pozo se debe construir lejos de las viviendas y fuentes de agua o canales de regadío. Las dimensiones son de 1 x 1 x 1 m.
  • Se recomienda promover con los vecinos la construcción de centros de acopio y pozos para desechar los envases vacíos de plaguicidas. La construcción de estos centros deberá estar acompañada de capacitación constante sobre el manejo de estos envases.

 

Intoxicaciones por plaguicidas: síntomas, signos y tratamiento

 

La Dirección Provincial de Salud del Carchi y el CIP (2006) elaboraron la siguiente guía de diagnóstico y tratamiento de intoxicación por pesticidas:

 

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