Lima 2035

«Nuestra misión es trastocar los desiertos alimentarios a nivel mundial, comenzando por el más desafiante: Lima, la megaciudad más seca del mundo».

“La oportunidad más poderosa para transformar Lima está implícita en nuestra cultura: una agricultura de 5.000 años cuyas tradiciones son regenerativas, biodiversas y saludables”.

El año 2035 se celebrará el 500 aniversario de la llegada de Pizarro a Lima y, para ese año, la iniciativa Lima 2035 aspira a ayudar a la ciudad a recuperar su glorioso pasado revirtiendo las tendencias actuales de desertificación para crear un oasis regenerador de sistemas alimentarios sostenibles y centrados en el ser humano que promuevan dietas saludables y mejores ingresos.

Lima 2035 es una asociación público-privada liderada por el Centro Internacional de la Papa —un centro de investigación del consorcio One CGIAR— en colaboración con el holding AgTech Grupo Alimenta y ciudadanos cuya adhesión va en rápido crecimiento.

Lima 2035 fue recientemente nombrada “Top Visionary” en el Premio Food System Vision de la Fundación Rockefeller, y es una de las 10 finalistas seleccionadas entre 1.300 propuestas y la única representante de Sudamérica.

El desafío

Ubicada en el extremo norte del desierto de Atacama , Lima es la megaciudad más seca de la Tierra: una imagen fotográfica negativa del Edén del Nuevo Mundo que prosperó aquí hace 500 años. Restaurar este pasado parece impensable, pero es posible.

De los diez millones de habitantes de Lima, dos millones carecen de acceso a agua corriente, una cifra que sigue creciendo a medida que avanza el cambio climático. Cuatro millones de personas viven en los llamados pueblos jóvenes —barrios marginales de Lima— librando una lucha diaria para pagar las facturas y proporcionar alimentos nutritivos para sus familias.

Los barrios marginales de Lima se establecieron después de que comenzara la migración masiva de los Andes a Lima en la década de 1940. La vida en esas áreas se caracteriza por una prevalencia de enfermedades y desnutrición muy por encima de los promedios nacionales. Si bien el 35% de los niños en Lima padece anemia y el 66% de los adultos tiene sobrepeso u obesidad, estas cifras son mucho más altas en los barrios marginales.

Sin acceso a agua potable para beber, preparar alimentos o higiene personal, ningún sistema alimentario puede ser saludable. La gente de Lima necesita desesperadamente soluciones resistentes al clima para apoyar el acceso al agua y las dietas saludables.

La solución

La mayor fuerza de la Visión de Lima 2035 es el incomparable legado agro-cultural de 5.000 años del país. Los nuevos limeños son hijos de dos de las patrias originales del mundo de la producción de alimentos, los Andes y el Amazonas. Nuestro conocimiento de la tierra es indígena y antiguo. Vive desplazado, pero no olvidado, dentro de nosotros en la ciudad. Y somos los administradores de un tesoro largamente olvidado que puede ser renovado y revitalizado en estas ideas.

Para recuperar el glorioso pasado esmeralda de Lima de agricultura sostenible y acceso equitativo, hemos identificado las siguientes acciones necesarias para hacer realidad esta Visión:

Seremos los anfitriones de un concurso de diseño (el proyecto SWAN) para que arquitectos y diseñadores urbanos de América Latina construyan una comunidad modelo de demostración que integre tres innovaciones clave para dar vida a la Visión Lima 2035 a través de un inspirador diseño centrado en el ser humano.

Aunque Lima recibe solo un cuarto de pulgada de lluvia al año (0.635 cm aprox.), el aire es rico en agua, que flota como neblina sobre la ciudad todos los días. A sólo diez kilómetros tierra adentro, esta densa neblina llueve sobre la Tierra en las estribaciones de los Andes, dando lugar a un oasis notable: la loma. Las lomas alrededor de Lima recolectan millones de litros de agua de niebla, lo que hace que un área verde sea 40 veces más grande que el Central Park de Nueva York.

Por años, las comunidades han cosechado mágicamente esta agua del aire, recolectando hasta 600 litros por día. Nuestra primera innovación se basa en este concepto utilizando una idea del galardonado diseñador chileno, Alberto Fernández, para crear pequeñas granjas de torres de recolección que puedan recuperar hasta 10,000 litros de agua limpia y fresca por día ¡prácticamente de la nada!

La segunda innovación es una unidad agrícola compacta y eficiente instalada en el techo que unifica el cultivo de plantas, animales y tierra viva en un circuito circular de nutrientes regenerativos. Con este sistema de bajo consumo y alto rendimiento, su hogar se convierte en su granja. Las familias se benefician con las verduras añadidas en sus dietas y venden el excedente.

Perdidos en el tiempo y dispersos en el denso tejido urbano están los rastros físicos de la antigua Lima. Los Incas las llamaban «Huacas» o lugares sagrados. Vistos desde arriba hoy en día, los sitios arqueológicos abandonados aparecen como agujeros negros rodeados por la urbanización invasora.

La tercera innovación del plan maestro de demostración volverá a concebir estas huacas como centros de alimentación, espacios comunitarios en los que la educación y la cultura alimentaria se reúnen en un diálogo productivo para revitalizar las antiguas tradiciones culinarias del Perú. Inspirados por el diseñador urbano, Jean Pierre Crousse (miembro de Lima 2035), estos centros alimentarios funcionarán como un bien común del siglo XXI, ofreciendo un espacio abierto e inclusivo para el intercambio de ideas sobre alimentos, nutrición y agricultura periurbana.

El plan maestro ganador del proyecto SWAN se construirá en Pomacocha, un barrio marginal periurbano del suroeste de Lima cuyas 218 familias luchan cada día para satisfacer sus necesidades básicas de alimentos y agua. Pomacocha tiene dos ventajas claras: está situado junto a una loma y está habitada por agricultores de la comunidad original de Pomacocha en la Cordillera de los Andes, la primera región oficial del Perú para la conservación in situ de la biodiversidad, lo que los convierte en los administradores perfectos para adoptar estas innovaciones.

Otras características de la Visión Lima 2035 incluyen una variedad de intervenciones a largo plazo para restaurar el pasado verde de la ciudad:

  • Aumentos progresivos de precios del agua para desalentar su despilfarro y generar ingresos municipales para llevar agua corriente a los asentamientos más marginales de Lima.
  • Recuperación de aguas residuales para reemplazar los mil millones de litros de agua potable que se utilizan actualmente por mes para mantener verdes los parques de Lima.
  • Promoción de la crianza del cuy andino y del consumo de anchoveta para mejorar la ingesta de proteínas a bajo costo.
  • Establecimiento de un nuevo parque municipal con un teleférico aéreo de 10 km conectado al sistema del metro, reduciendo drásticamente el tiempo de viaje de decenas de miles de personas.
  • Reactivación del consumo y creación de mercados para los “alimentos perdidos” o los “cultivos huérfanos” altamente nutritivos del Perú, como el cuy, el yacón y el ceviche peruano, que también pueden alcanzar precios superiores en los mercados extranjeros.

En conjunto, estas intervenciones de gran alcance ofrecerán un modelo de transformación del sistema que combine lo mejor del conocimiento cultural con la innovación moderna para promover una ciudadanía alimentaria inclusiva basada en un mejor acceso al agua.

El resultado será un modelo vivo de la visión de Lima 2035: innovaciones clave que se basan en el conocimiento cultural y las tradiciones de Perú para cerrar las brechas de la ciudad en cuanto al acceso al agua y a los alimentos nutritivos y para crear un primer paso positivo en el retorno de la ciudad a su verde y regenerativo pasado.

Recursos
Contacto

Soroush Parsa,
Científico Líder en Innovación, 
s.parsa@cgiar.org 

Medios

James Stapleton,
Jefe de Comunicaciones,
j.stapleton@cgiar.org 

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