Sebastián Alanya Sotocuro, 82
Más de 70 variedades
Castillapata, Yauli, Huancavelica
«En los años anteriores sembramos papa todo el año. Pero en los últimos años hemos visto que al abonar y aplicar insecticidas químicos a la santa tierra hemos contaminado tanto todos los microorganismos que existen en el suelo. Los suelos están contaminados y por lo tanto ya no producen como debe ser en las chacras que sembramos papa. Pero en nuestros laymes, donde hacemos descansar la tierra, ahí producimos normal. Cada vez producimos menos papa porque el aire mismo está contaminado. Ya no es como antes. Se ha cambiado mucho nuestra producción. Me siento preocupado por lo que ha pasado porque anteriormente sin aplicar ningún producto cosechaba sano y muy buenas papas. Pero ahora no puedo sembrar en los mismos terrenos que antes cosechaba.
Recomiendo que la próxima generación, si es que quiere tener buena producción, debe hacer los abonos orgánicos. Hay que recolectar todo lo que es orgánico, hasta el mismo excremento o la pichi se puede juntar y hacer fermentar juntamente con el abono. Hay que enseñar a los hijos y nietos que vienen para que también pueden seguir estas costumbres y no recurrir a lo químico.
Haciendo abonos orgánicos y teniendo muchas variedades de papas nativas nos podemos defender del hambre. Las papas prosperan mejor en chaqru.
Antiguamente poníamos cruces en los laymes, hacíamos descansar nuestra tierra cada cinco años. En los laymes poníamos las cruces y en los rituales bajábamos con las cruces haciendo un pagapu, un pago a los cerros, lo que hacía producir bien a nuestras papas nativas. Cada vez con fiesta y alegría hacíamos bajar la cruz y nuevamente devolver a la Sierra para la siembra.»