El banco de germoplasma del Centro Internacional de la Papa (CIP) protege y comparte la diversidad de la papa y el camote con mejoradores de estos cultivos, investigadores y organizaciones de todo el mundo. Compartir la diversidad genética ayuda a mejorar la productividad y rentabilidad de los agricultores y para garantizar la distribución de material vegetal de la más alta calidad, el CIP verifica que cada planta o semilla compartida esté libre de plagas y patógenos.
En el marco de la investigación del CIP sobre plagas y enfermedades de los cultivos y su manejo, la unidad de salud del germoplasma celebró la Semana Internacional de Concientización Fitosanitaria del 22 al 26 de octubre. En la sede central del CIP en el Perú, donde se ubica el banco de germoplasma, se realizaron diariamente seminarios y un taller con participación regional vía teleconferencia. Esta actividad formó parte de una campaña internacional auspiciada por la Plataforma de Bancos de Germoplasma del CGIAR (CGIAR Genebank Platform) que apoya el trabajo de 11 bancos genéticos en todo el mundo.
“El reforzamiento de los temas fitosanitarios (salud de las plantas) asegura que el personal de investigación entienda claramente los procedimientos para el movimiento de materiales vegetales para asegurar que no están trasladando de manera eventual patógenos o plagas”, señaló Giovanna Müller, jefa de la Unidad de Laboratorios Científicos del CIP.
Además, los científicos se pusieron al tanto de los resultados de las últimas investigaciones sobre plagas y enfermedades invasivas y emergentes. Esto incluyó una presentación sobre la diversidad de los virus de la papa en el Perú y un taller de medio día de duración que reunió a científicos del CIP con representantes de la Comunidad Andina, del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) y del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA), ambos organismos técnicos del Ministerio de Agricultura y Riego del Perú .
Camilo Beltrán, responsable de sanidad vegetal de la Comunidad Andina, subrayó que las plagas y enfermedades de los cultivos generalmente son diseminadas por las personas, razón por la cual la Comunidad Andina concentra gran parte de su trabajo fitosanitario en el comercio regional de plantas, frutas y verduras.
Lorena Lastres, especialista hondureña en manejo integrado de plagas, dio una presentación sobre una enfermedad bacteriana conocida como papa rayada o “zebra chip” que resulta en papas con rayas oscuras que son inaceptables comercialmente. Dicha enfermedad se transmite por un psílido, o pulgón saltador, que ha expandido su área de distribución desde el oeste de los Estados Unidos y México hacia América del Sur. Según Lastres, podría convertirse en una amenaza para la región andina.
Julio Marín, científico del SENASA describió los esfuerzos de esa organización para evitar que otra plaga invasora de la papa, la polilla guatemalteca, se propague de Ecuador al Perú. Explicó que el SENASA monitorea los campos de agricultores y los mercados en busca de evidencias de la presencia de esta polilla.
“Un evento como este es importantísimo porque justo nos hace tomar cuenta de nuevas amenazas como este psílido”, indicó Marín.
Müller espera que el taller sea el inicio de una comunicación más frecuente entre los científicos del CIP, INIA, SENASA y la oficina fitosanitaria de la Comunidad Andina. “Queremos fortalecer nuestra interacción con todas las autoridades locales que monitorean las plagas y enfermedades de la papa e implementan medidas para controlarlas”, precisó.
“La idea es compartir conocimientos y tratar de crear una comunidad de práctica para intercambiar información, contribuir con las mejores prácticas de manejo y proporcionar apoyo en temas fitosanitarios locales”, agregó.