La papa (Solanum tuberosum) pertenece a la familia de las solanáceas de plantas con flores. Se originó y fue domesticada por primera vez en las montañas de los Andes de Sudamérica.
La papa es el tercer cultivo alimenticio más importante del mundo en términos de consumo humano después del arroz y del trigo. Aproximadamente 1.4 mil millones de personas consumen papa regularmente (por ej., más de 50 kg al año), y la producción total mundial del cultivo sobrepasa los 300 millones de toneladas métricas.
Hay más de 4,000 variedades de papas nativas que en su mayoría se encuentran en los Andes. Tienen diferentes tamaños, colores y formas. Asimismo, hay 151 especies de papa silvestre. Aunque son demasiado amargas para ser consumidas, su biodiversidad incluye importantes características como resistencia natural a plagas, enfermedades y condiciones climáticas.
La papa se propaga vegetativamente, lo que significa que se puede sembrar una nueva planta a partir de un tubérculo o un pedazo de papa, llamada “semilla”. La nueva planta puede producir 5 a 20 nuevos tubérculos, que serán genéticamente idénticos a la planta de la semilla madre. Las plantas de papa también producen flores y bayas que contienen entre 100 a 400 semillas botánicas. Estas pueden sembrarse para producir nuevos tubérculos que serán genéticamente diferentes a la planta madre.
Las papas pueden sembrarse desde el nivel del mar hasta los 4700 metros de altitud; desde el sur de Chile hasta Groenlandia.
Una hectárea de papa puede producir de dos a cuatro veces la cantidad de alimentos de los cultivos de cereales. Las papas producen más alimento por unidad de agua que ningún otro cultivo importante y son hasta siete veces más eficientes en el aprovechamiento del agua que los cereales. Se producen en más de 100 países de todo el mundo.
Desde inicios de los años 60, el crecimiento del área de producción de papa ha superado rápidamente a todos los demás cultivos alimenticios en los países en desarrollo. Es un elemento fundamental en la seguridad alimentaria de millones de personas en Sudamérica, África y Asia, incluyendo Asia central.
En los últimos cinco años, cerca del 60 por ciento de la producción global de papa ha provenido de los países en desarrollo..
El papel del CIP con las papas
El CIP mantiene la más grande colección de papas del mundo, incluyendo más de 7,000 accesiones de variedades nativas, silvestres y mejoradas. El banco de germoplasma del CIP garantiza que estén conservadas de forma segura para el largo plazo y también que estén disponibles para ser usadas por los agricultores, mejoradores e investigadores de todo el mundo.
Del área total sembrada con papa en el Perú, el 12 por ciento es de la variedad Canchán y el 10 por ciento de la variedad Amarilis, ambas desarrolladas por el CIP. En las pruebas de campo realizadas por el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), la variedad Canchán de maduración precoz, altos rendimientos, agradable color de los tubérculos y sobre todo, su resistencia inicial a la enfermedad del tizón tardío, hizo de ella una opción superior hace 20 años. Actualmente el Perú cosecha más de 1 millón de tonedadas de Canchán y Amarilis anualmente. El tubérculo de Canchán es el preferido para elaborar papas fritas.
Entre 1997 y 2007, el cultivo de papa en los países en desarrollo aumentó en 25 por ciento. En este mismo periodo, el porcentaje de variedades relacionadas con el CIP aumentó de 6.4 a 13.1 por ciento, haciendo de tales variedades la mayor fuente de material de papa en los países en desarrollo.