La degustación fue posible gracias a la donación a la cafetería del CIP de 30 kilos de papa por parte de agricultores del centro del país, con el fin de compartir parte de la cosecha de un experimento final de este clon realizado en el departamento de Junín, trabajo de investigación asesorado por la ONG Grupo Yanapai, el CIP y el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA).
La cafetería de la institución consideró oportuno ofrecer una degustación de la papa Bola como una manera de conmemorar una fecha tan significativa como el Día del Campesino.
“La cosecha se hizo en la comunidad de Casacancha, distrito de Ingenio, con la participación directa de los agricultores desde la siembra hasta la donación de las papas para la prueba”, explica Manuel Gastelo, investigador del CIP. “Este clon se cosechó en una parcela de comprobación, que es la etapa final antes de liberar oficialmente una nueva variedad en el Perú.”
La metodología usada fue la Selección Varietal Participativa (SVP), donde los agricultores son los principales actores. Las evaluaciones se iniciaron el año 2008 con el apoyo del Consorcio de Innovación en SVP, emprendida en un inicio por la Red LatinPapa, y posteriormente como parte de las actividades del proyecto “Innovación y Generación de Capacidades en Mejoramiento Genético de Papa ante Factores Adversos de Creciente Importancia Regional”, financiado por la Secretaria Técnica de Coordinación con el CGIAR (STC) del Ministerio de Agricultura del Perú.
Esta variedad, que por ahora lleva la referencia científica Clon CIP 399052.3, tiene una alta resistencia al tizón tardío (la enfermedad más devastadora de la papa), altos rendimientos y buena calidad para cocción. Fue precisamente esta característica la que llamó la atención de Mónica Ferreyros, Coordinadora de Servicios de Alojamiento y Alimentación en el CIP.
“La degustación nos permite servir de apoyo al área científica como un recurso disponible y de trabajo en equipo para la promoción y difusión”, explica. “Nuestra área viene promocionando y difundiendo los productos andinos que estudia el CIP hace mucho tiempo, a través de los servicios ofrecidos a las entidades diplomáticas y gubernamentales. El CIP ha organizado cursos-talleres de cocina novoandina en Lima y provincias dirigidos a gerentes de comidas y bebidas de hoteles y restaurantes reconocidos así como también estudiantes de las escuelas de cocina”.
Para la prueba, los cocineros del CIP primero sancocharon y luego pelaron los tubérculos, a la manera andina. “Esta papa se abre como una flor y es fácil de pelar”, comenta Mónica Ferreyros. “Además, requiere poca agua y menos tiempo para la cocción —entre 20 y 30 minutos menos que la papa Yungay— lo que permite ahorrar energía”. La papa se acompañó con dos aderezos: ocopa (con hierbas) y aceitunas negras. Pero, ¿les gustó la “papa bola” a los comensales?
“Tiene un rico sabor, pero destaca su textura muy suave”, dice un empleado. “Le veo distintos usos a esta papa”, comenta otro, aficionado de la cocina. “Por su forma redonda, se podría también cocer al horno con su cáscara, y quedaría muy bonita en varios platos”, añade un tercero.
Los 83 empleados que llenaron la encuesta expresaron su satisfacción con los siguientes resultados:
# | Característica | Calificación | ||
Bueno | Regular | Malo | ||
1 | Textura | 66 | 16 | 1 |
2 | Sabor | 57 | 26 | 0 |
3 | Apariencia | 68 | 11 | 1 |
El nombre de ‘Papa Bola’ que le han dado los agricultores alude a la forma de sus tubérculos, sin embargo es un nombre transitorio. “Esta papa ha sido seleccionada en más de una comunidad, por eso hay problemas para ponerle nombre”, informa María Scurrah, de la ONG YANAPAI. “El nombre de la variedad queda como tema pendiente antes de que sea ‘liberada’, es decir puesta a disposición de los cultivadores por nuestra organización y el Instituto Nacional de Innovación Agraria, lo que ocurrirá en el transcurso de este año”, señala.