La capacidad del Centro Internacional de la Papa (CIP) para desarrollar e implementar soluciones científicas a los principales desafíos confrontados por los agricultores y otros actores de los sistemas alimentarios en los países en desarrollo es resultado del conocimiento colectivo, creatividad y dedicación de sus investigadores. En reconocimiento a los logros de tres de esos investigadores: el Dr. David Ellis, el Dr. André Devaux y el Ing. Alberto Salas, la Directora General del CIP Barbara H. Wells, recientemente nombró a cada uno de ellos como Científico Emérito en una ceremonia a la que asistieron la Junta Directiva, la administración y el personal del Centro.
La Dra. Wells dedicó el nuevo anexo del banco de germoplasma del CIP, que contiene el herbario y la unidad de criopreservación —donde se congelan y conservan a -196°C los materiales vegetales— al Dr. Ellis. También develó bancos con placas que conmemoran las carreras de André Devaux y Alberto Salas.
Aunque se jubilaron hace poco, David, Alberto y André siguen contribuyendo a la misión del CIP como consultores. David, que fue jefe del banco de germoplasma del CIP hasta el año pasado, trabajó en estrecha colaboración con Alberto, un botánico que recolectó gran parte de la biodiversidad salvaguardada en el banco. Durante la ceremonia de celebración de su nombramiento como Científico Emérito, David resaltó que Alberto es considerado uno de los mejores expertos del mundo en papas nativas y parientes silvestres de la papa. Mientras que David y Alberto se han dedicado a conservar la biodiversidad de la papa, André, como Director regional de América Latina y el Caribe, dirigió exitosamente iniciativas para aprovechar el potencial de esa biodiversidad para mejorar las condiciones de vida de los pequeños agricultores de los Andes mediante la promoción de nuevos mercados para las papas nativas que siembran.
Cada uno de ellos ha tenido una carrera fascinante y realizado importantes contribuciones a la ciencia y al mundo. Sus breves biografías y los enlaces a artículos y videos que aquí ofrecemos brindan unas pinceladas de todo lo que han logrado.
David Ellis
David llegó al CIP al final de su carrera, pero en sus seis años como jefe del banco de germoplasma del CIP y líder del programa de conservación de biodiversidad para el futuro, obtuvo una cantidad notable de logros. Aplicó su variado conocimiento y pasión por la innovación para mejorar significativamente la conservación de la biodiversidad de papa, camote y raíces y tubérculos andinos salvaguardada en el banco de germoplasma, y fortalecer la cooperación con otros bancos genéticos, organizaciones internacionales y comunidades andinas.
David estudió botánica y silvicultura en la Universidad de Montana, donde obtuvo su PhD en botánica. Fue cofundador de la empresa de investigación Forest Biotechnology Centre, que entre otras cosas demostró que la Agrobacterium –un género de bacteria que se usa para transferir genes entre cultivos– también se podía usar en las especies de pino. Incluso él y sus colegas usaron la Agrobacterium para transferir una proteína de bioluminiscencia de luciérnaga a una célula de una especie de abeto en un intento de crear árboles de navidad con luces internas.
Posteriormente, David trabajó como científico asociado en la Universidad de Wisconsin-Madison y fue cofundador de la empresa biotecnológica CellFor, que producía clones de plántulas coníferas para reforestación. Antes de unirse al CIP fue curador de plantas en el Centro Nacional de Preservación de Recursos Genéticos del Servicio de Investigación Agrícola del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos en Fort Collins, Colorado, uno de los bancos de germoplasma más grandes del mundo. Mientras estuvo allá, David ayudó a iniciar la participación de los Estados Unidos en la Bóveda Mundial de Semillas de Svalbard, en Noruega, una instalación de almacenamiento de respaldo que conserva semillas de los grandes bancos genéticos del mundo.
Durante los seis años que dirigió el banco de germoplasma del CIP, David supervisó diversas innovaciones, como la construcción de un nuevo herbario y una instalación de criopreservación, así como el secuenciamiento genético de las colecciones enteras de papa cultivada y camote. También ayudó a organizar y participó en los primeros viajes de campo realizados después de dos décadas para recolectar parientes silvestres de papa en el Perú, bajo un proyecto dirigido por el Instituto Nacional de Innovación Agraria del Perú.
David mejoró la facilidad de uso del sitio web del banco de germoplasma, brindando acceso a más información de las accesiones que conserva, e integró el banco de germoplasma del CIP al Global Information System (GLIS), como parte de un esfuerzo más amplio para mejorar el cumplimiento del Tratado Internacional de Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura.
Al mismo tiempo, David fortaleció la colaboración del CIP con organizaciones de todo el mundo dedicadas a la preservación de los recursos fitogenéticos, incluyendo comunidades indígenas de los Andes peruanos que conservan in situ la diversidad de papa.
No sorprende por eso que el Crop Trust le otorgara a David el Crop Trust Legacy Award en 2018 como reconocimiento a sus contribuciones a la conservación de la diversidad global de cultivos.
Alberto Salas
Alberto Salas dedicó toda su carrera profesional a lograr que las colecciones de variedades de papas nativas y de parientes silvestres de papa conservadas en el banco de germoplasma del CIP sean las más grandes del mundo. Comenzó a contribuir con esas colecciones mientras estudiaba botánica en la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) del Perú, donde el profesor Carlos Ochoa—uno de los mejores expertos en papa del mundo—reconoció el talento de Alberto y lo contrató para recolectar papas cultivadas y silvestres. Alberto ya era un experto en descubrir tubérculos silvestres en el campo porque los había recolectado por diversión durante su infancia en los campos andinos de una provincia de Ayacucho.
En 1973, la colección de papa de la UNALM fue transferida al CIP, junto con las colecciones de otras universidades, para crear las bases del banco de germoplasma. El CIP contrató al profesor Ochoa y a Alberto para ampliar su colección y estudiar sus contenidos. Entre los años transcurridos en la Universidad Agraria y en el CIP, Alberto recolectó aproximadamente el 60 por ciento de las 2,973 variedades de papa nativa salvaguardadas en el banco genético del CIP, así como alrededor del 60 por ciento de la colección de raíces y tubérculos andinos y casi todas la muestras en la colleción de 141 parientes silvestres de papa conservadas allí. En el proceso, descubrió alrededor de 20 especies de parientes silvestres de papa.
Los más de 300 viajes de recolección de Alberto lo han llevado a áreas remotas del sur, centro y norte de América en busca de parientes silvestres de la papa. Fue detenido por grupos armados, comunidades y la policia, una vez se cayó a un precipicio y se rompió el codo, y cuando se cayó de un caballo se fracturó tan severamente la clavícula que quedó con un daño permanente. Además estuvo a punto de ahogarse al cruzar un río caudaloso. Sin embargo, los especímenes que recolectaba casi siempre llegaron al banco de germoplasma del CIP en buenas condiciones.
A pesar de pasar tanto tiempo en el campo, Alberto logro engendrar y criar a cuatro hijas, tres de las cuales son agrónomas. Su hija mayor, Elisa Salas, es mejoradora de papa del CIP y presidenta de la Asociación Latinoamericana de la Papa.
André Devaux
André Devaux ha pasado la mayor parte de su vida lejos de su natal Bélgica, trabajando en proyectos del CIP de investigación para el desarrollo en América Latina, África y Asia. Comenzó en la sede central del CIP en Lima, Perú, poco después de terminar su maestría en 1978, gracias al Programa de Profesionales Jóvenes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). A pesar de que su tesis de maestría fue sobre el maíz, rápidamente se convirtió en un científico de la papa.
En 1981, el CIP contrató a André para que ayudara a los gobiernos de Ruanda y Burundi a desarrollar sus programas de mejoramiento de papa. Una de las variedades que André y sus colegas desarrollaron, Kinigi, sigue siendo la variedad de papa más popular en Ruanda hasta hoy. Otra variedad que desarrollaron, liberada como Cruza 48, se siembra ampliamente en Burundi.
De Ruanda, André fue transferido a Pakistán, donde pasó cuatro años dirigiendo un proyecto de papa del CIP. Después de un año sabático para completar su doctorado en ciencias agrícolas en la Université Catholique Louvain, Bélgica, André regresó a Sudamérica para dirigir un proyecto de desarrollo de capacidades de los científicos bolivianos de papa. En respuesta a la inestabilidad política que Bolivia enfrentaba en esos años, dirigió un proceso que derivó en la creación de la Fundación PROINPA, que sigue activa en el mejoramiento de la producción de papa y los ingresos de los pequeños agricultores de Bolivia.
Las contribuciones más impactantes de André probablemente han sido sus esfuerzos por mejorar las condiciones de vida de los agricultores de papa de los Andes mediante el desarrollo de nuevos mercados para las papas nativas, que comenzó con el programa Papa Andina, de 1998 a 2009. Al colaborar con una amplio grupo de socios de los sectores público y privado, ese programa ayudó a colocar en los supermercados y restaurantes urbanos las coloridas variedades de papas nativas que tradicionalmente solo se consumían en las comunidades andinas. También promovió innovaciones como los chips de papas nativas, que ahora se venden en varios continentes.
En 2007, Papa Andina ganó el World Challenge Award, patrocinado por la BBC, Newsweek y la Fundación Shell. El proceso de premiación comenzó con 900 postulaciones. Papa Andina fue uno de los 12 proyectos seleccionados sobre los que la BBC produjo documentales. Cuando esos programas salieron al aire, la BBC pidió a los televidentes que votaran por el mejor proyecto y Papa Andina fue el que recibió más votos.
Como Director regional de América Latina y el Caribe, André continuó trabajando en los proyectos posteriores con el enfoque de cadena de valor comenzado bajo Papa Andina además de la promoción de buenas prácticas agronómicas y la educación nutricional. Papa Andina también produjo un Enfoque Participativo de Cadenas Productivas que desde entonces ha sido usado por el CIP y otras organizaciones en tres continentes para mejorar el acceso de los pequeños agricultores al mercado con una variedad de productos. El CIP continúa combinando este enfoque con el apoyo agronómico para ayudar a los agricultores andinos a mejorar sus ingresos y seguridad alimentaria y volverse más resilientes frente al cambio climático bajo diversas iniciativas, entre ellos un proyecto apoyado por el FIDA en Bolivia, Ecuador y Perú que terminó a principios de este año.
Si bien André técnicamente está jubilado y ahora vive en Bélgica, continúa apoyando el trabajo del CIP como consultor y sigue comprometido con mejorar las vidas de los agricultores en todo el mundo en desarrollo.