Papas para mejorar los ingresos de los productores peruanos

La Asociación Pataz capacita a los agricultores de la sierra de región de La Libertad

La papa es un cultivo esencial para la seguridad alimentaria y el sustento de más de 700,000 agricultores en Perú, pero la gran mayoría de ellos, pequeños productores en los Andes, viven en pobreza.

“La gran pregunta es, ¿Cómo podemos ayudar a que los pequeños agricultores accedan a mejores mercados para sus papas?” dice Jorge Andrade Piedra, científico del Centro Internacional de la Papa (CIP).

Él explica que un mercado con gran potencial es la industria de producción de bastones para papas fritas para restaurantes. Sin embargo, las variedades nacionales más utilizadas tienen bajos rendimientos, su calidad de fritura es muy variable y son susceptibles a la rancha, o tizón tardío, una enfermedad que puede devastar un cultivo de papa en pocos días. Por consiguiente, los mejoradores de papa del CIP han desarrollado papas con excelentes características para la producción de bastones, resistencia a la rancha y alto rendimiento. Se espera liberar tres de éstas como nuevas variedades peruanas este año.

Dichas variedades son productos de un proyecto auspiciado por el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (CONCYTEC) del Perú y financiado por la Compañía Minera Poderosa, mediante la Ley 30309, que permite a las empresas deducir la inversión en proyectos de investigación científica y innovación tecnológica de su impuesto de la renta. Tienen un gran potencial para crear oportunidades para la industria nacional de procesamiento de papa y mejorar los ingresos de los pequeños productores. Como tienen alta resistencia a la rancha, se requiere un mínimo uso de agroquímicos para su cultivo, lo que reduce el costo de producción entre otros beneficios.

“Al necesitar menos agroquímicos, estas tres variedades ayudarán a proteger el medio ambiente y la salud del productor,” observa Manuel Gastelo, mejorador de papa del CIP.

Gastelo explica que dos de las tres futuras variedades tienen las características para fritura exigidas por el sector gastronómico mientras una es idónea para el horneado y por ende será promovida como una alternativa más sana a las papas fritas.

El CIP y la Asociación Pataz colaboraron con grupos de agricultores en la evaluación de 10 clones de papa del programa de mejoramiento del CIP durante tres años, lo que culminó con la selección de tres. Mientras se cumple con los últimos requisitos nacionales para registrar estas variedades, el CIP avanza con un plan de difusión y promoción. Está segunda fase, también apoyado por la Minera Poderosa, incluirá parcelas demostrativas en las zonas productoras de papa y la producción de tubérculos semilla de alta calidad para que los agricultores comiencen a cultivarlas.

Oscar Ortiz, Director General a.i. del CIP, y Luz Evangelina Arias, Presidenta Ejecutiva de Minera Poderos, y las futuras variedades

Andrade Piedra comenta que producir las cantidades de semilla de calidad que se necesita es un proceso lento, debido a la baja tasa de multiplicación de la papa. Cada planta de papa produce alrededor de 10 tubérculos comparado con los cientos de semillas que produce una planta de maíz. El CIP producirá una semilla inicial libre de enfermedades en sus laboratorios e invernaderos y después la compartirá con la Asociación Pataz. La asociación ha capacitado a agricultores en la sierra de la región de La Libertad, en el norte de Perú, en la producción de semilla certificada de papa. La meta es que estos agricultores multipliquen la semilla inicial para producir al menos 30 toneladas de semilla certificada para 2024.

Ronal Otiniano, coordinador de investigación agraria de la Asociación Pataz, explica que han ayudado a los agricultores en la zona de influencia de Poderosa a crear tres asociaciones cuyos socios ya producen semilla certificada de varias variedades, que se vende a precios más altos que la papa para el consumo. Observa que las nuevas variedades han tenido rendimientos de más de 30 toneladas por hectárea en ensayos en seis regiones y que ya existe una fuerte demanda de papas con las mismas características, lo que las hace una atractiva opción para muchos agricultores.

“Hay una gran posibilidad de que estas variedades se siembren en todo el Perú,” dice Otiniano.

Según Jimena Sologuren, subgerente de responsabilidad social de la Compañía Minera Poderosa, “Queremos que los agricultores tengan acceso a variedades de cultivos que respondan al mercado y que se vendan a un buen precio por su alta calidad.”

Ella explica que, con este fin, la compañía apoya a la Asociación Pataz para brindar capacitación y asistencia técnica a los agricultores en tres provincias de La Libertad.

“Empezamos siempre trabajando en la sierra de la Libertad, pero esperamos que estas variedades beneficien a los agricultores de todo el país,” dice Sologuren.

Blog de David Dudenhoefer
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