Imagínese ser un productor de papas en Etiopía, Kenia o Nigeria. En una pequeña parcela de tierra, de la que depende para obtener alimentos e ingresos, ha pasado meses plantando, desyerbando y regando. Y, sin embargo, en una semana de clima frío y húmedo, todo su campo ha sido destruido por el tizón tardío, una enfermedad que acaba con un tercio de todos los rendimientos de papa en todo el mundo. Hay una solución. Investigadores del Organización Nacional de Investigación Agrícola de Uganda y el Centro Internacional de la Papa tener desarrollado una nueva variedad de papa resistente al tizón tardío.